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A los nikkei latinos de Japón también está llegando la hora de pensar en la tercera edad

Desde que comenzó esta pandemia del Covid-19 han pasado más de un año y medio y en Japón se aprecia que varias entidades sociales han organizado seminarios sobre la tercera edad de los extranjeros. A finales de marzo de este año 2021 estuve participando en uno presencial de Nagoya donde me tocó exponer sobre "Los adultos mayores de la QComunidad Latina de Japón". En este evento hubo interesantes exposiciones de los colectivos chinos y coreanos de la vieja camada como así también de la comunidad filipina que representa la nueva camada al igual que nosotros. Algo que notamos es que nosotros no tenemos un concepto definido sobre la longevidad "roogo 老後" y de cómo preparar hasta el último día de nuestras vidas denominada "shukatsu 終活". Los filipinos, tampoco. Tal vez, culturalmente tenemos otras varas para medir la vida misma, la manera de vivir y de realizarse, etc.

Uno de los organizadores, Takao Kinoshita, naturalizado pero de origen chino, señaló que en su comunidad hay quienes han constituido un geriátrico propio y haciendo uso del seguro de cuidado de adultos mayores "kaigo hoken" han ido formando personal de asistencia y planificación que dominen el idioma chino y comprendan os valores y costumbres de su comunidad. Incluso, en varios puntos de Japón tienen cementerios donde pueden dar santa sepultura bajo sus ritos. Eso me recordaba que los japoneses que emigraron a Sudamérica también han organizado en parte de esa manera e incluso en algunos cementerios públicos o privados tienen un predio o un panteón solo para su comunidad. Con el ahorro y las donaciones de las primeras generaciones han podido acondicionar de esa manera o hasta tienen templos budistas que reciben las cenizas de sus fieles.

¿Es necesario algo así en Japón para los latinos? No, pues aquí está todo acondicionado y lo único que uno puede hacer es optar por los servicios que ofrecen para cada necesidad. Lo importante es que el extranjero tenga ahorros y recursos para pagar esos servicios, nada más. Y en caso de no tener recursos económicos el municipio se hace cargo de la cremación y entierro a través de las ayudas de bienestar social.

Cabe recordar que Japón tiene una tasa de fecundidad muy baja que es de 1.34 pero la población mayor de 65 años de edad es del 28.4% del total y por ende son 36 millones de personas, una cifra que seguirá aumentando. Además, la expectativa de vida es elevada con un promedio de casi 84 años (hombres: 81.64 años; mujeres: 87.74 años). La gran mayoría cobra una pensión y la tasa de ahorro promedio de los retirados es alta. La preocupación es que los gastos médicos de este colectivo es cada vez mayor y es muy posible que el porcentaje que deberán asumir irá aumentando pero aún así es una sociedad muy longeva.

Según los datos de diciembre de 2020 de la Agencia de Servicios Migratorios de Japón, aquí residen 272,279 sudamericanos y es el 9% del total de los extranjeros. Por nacionalidad, los brasileños son 208,538, peruanos 48,256, bolivianos 6,119, argentinos 2,966 y paraguayos 2,131, entre otros. Y si contabilizamos solo a los mayores de 65 años de edad, los brasileños son 9,925 (4.6% del total), los peruanos 3,126 (6.4%), los bolivianos 984 (16.1%, es muy alto pero no se sabe las razones), los argentinos 206 (6.8%) y los paraguayos 40 (1.8%). En base a estos datos se puede decir que los mayores de 65 años de los sudamericanos en Japón rondan el 5% de cada colectivo por lo que no hay mucho de que preocuparse. Sin embargo, cuando uno ve el número de mayores de 50 años de edad se puede percibir que en unos años muchos se irán retirando o llegando a la edad de cobrar la pensión. En ese sentido, la tasa de adultos mayores aumentaría al 9% y el 11% en cada una de las nacionalidades.

Población por edades de Japón, Brasil y Perú. Movimiento Poblacional de los Extranjeros del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón (2019)

Por otra parte, la tasa de fecundidad de los brasileños de Japón es del 3.03 y el de los peruanos 2.6. Como ocurre con otras comunidades extranjeras es muy posible que a medida que pasen los años y generaciones este índice baje hasta acercarse al promedio de las japonesas aunque se mantiene elevado los nacimientos fuera de matrimonio o de madres solas y eso se aprecia en los registros de los Consulados Generales de Tokio como de Nagoya. El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón ha venido publicando hasta hace unos años el porcentaje de nacimientos extramatrimoniales y tanto en las peruanas como en las brasileñas superaba el 30%. Si bien es 15 veces más que el de las japonesas que es de 2.23%, es bastante menor que en sus países de origen donde rondan o superan el 50%1. Si tomamos estas referencias no parece probable que los oriundos de Sudamérica planifiquen el posretiro como hacen los japoneses.

Un dato más a tener en cuenta de la comunidad latina de Japón es que después de la crisis económica del 2008 (Lehman Brothers) muchos han optado por radicarse de manera más definitiva, de preocuparse por aportar a la pensión y asegurar el futuro en este país. Aunque los contratos de trabajo no sean fijos es de suma importancia aportar el mayor tiempo posible a la seguridad social. No hay datos de cuánto tiempo tendrán aportado cuando cumplan los 65 años de edad, pero lo cierto es que será menor que el promedio de un asalariado japonés.

Para este Simposio de Nagoya presenté los resultados de una encuesta digital realizada a 100 peruanos de entre 40 a 65 años de edad y en esa muestra se pudo constatar que el 87% está aportando a la pensión y en su gran mayoría al "shakai hoken". Como se puede ver en el gráfico 2, el 18.3% ha aportado más de 21 años, el 17.2% de 16 a 20 años, el 21.5% de 11 a 15 años y el 25.8% de 6 a 10 años. El 42.6% de los encuestados resultó que tenían entre 40 a 49 años de edad por lo que se puede apreciar que hay una masa importante que puede seguir aportando. Y la otra particularidad de los peruanos que los diferencia de los brasileños es que no son tantos los que han tramitado el reintegro del aporte jubilatorio2. En tal sentido, si siguen aportando tendrán un margen mayor para disfrutar de la pensión.

Encuenta online realizada por el autor en febrero de 2021 para conocer sobre la pensión de los peruanos residentes en Japón.

En Sudamérica es difícil planificar a futuro y mucho menos la tercera edad, aunque es indiscutible que en estos 20 años hubo un incremento general en los ingresos y mejoras en el sistema de salud que permitieron llevar la expectativa de vida a 75.67 años en Brasil y a 72.52 años en Perú. Sin embargo, la tasa de mortalidad infantil es más del 600% que el de Japón (Japón 1.8, Brasil 12.8, Perú 11.1, por cada 1.000 nacimientos anual3). La informalidad ronda el 50% y ciertos sectores es mucho mayor y por ende no aportan a la seguridad social. La confianza al sistema de pensiones es baja y un estudio de hace cinco años en Perú señalaba que el 60% de la población laboral no estaba aportando para su futura pensión. Cada país tiene los requisitos de aporte y cobro de la pensión pero cuando el valor mínimo suele ser menor al salario mínimo los aleja aún más en sus obligaciones de aporte tanto del trabajador como del empleador4.

Los mismos peruanos y brasileños que residen en Japón comentan que no tienen confianza en el sistema de su país y en caso de que puedan aportar allí no siempre son sencillo los trámites para cobrar en Japón. El único país de la región que tiene un Convenio de Seguridad Social con Japón es Brasil5.

Desde que trabajan por contratistas muchos latinos no fueron muy colaborativos en la tramitación del aporte jubilatorio del "shakai hoken" pero en la última década hay un cambio de percepción y muchos están dentro del sistema. Sin embargo, con apenas 20 años o un poco más de aporte no es mucho lo que podrán cobrar de pensión por eso es importante seguir aportando el mayor tiempo posible como asalariado. Aunque cobren la pensión seguramente será necesario complementar con algunos ingresos extras o gozar del apoyo de sus hijos. En caso extremo no habrá más remedio que tramitar el subsidio de subsistencia "seikatsu hogo" para cubrir el faltante.

Si bien los latinos no son de planificar a tan largo plazo, no es mala idea trazar lineamientos básicos para la tercera edad. Nadie puede saber el tiempo de existencia de uno mismo pero probablemente la expectativa de vida será un poco mayor que en el país de origen por el sistema de salud, alimentación y los programas de prevención de enfermedades. Por otra parte, el concepto de vida y de la muerte es muy diferente según la cultura y los preceptos religiosos, por lo que no sé si es viable entre los latinos "preparar y ordenar hasta el final de su vida (comprar un predio de su tumba, etc.), o sea hacer el shukatsu" como hacen los japoneses. Por de pronto, no estaría mal que concurran a las clases de prevención para evitar la postración "kaigoyobo kyoshitsu" que ofrecen los municipios y asociaciones civiles. El tema es mantenerse saludable, llevar una alimentación equilibrada y disfrutar de buena compañía.

Los japoneses sienten una gran preocupación en todo esto. Muchos aceptan extender la edad de retiro y siguen aportan hasta cerca de los 70 años, y aunque cobren la pensión tratan de incrementar sus ahorros. Realizan tareas temporales como jubilados para no mermar sus ingresos y estar medianamente activos, y participan en diversos círculos de actividades para estar saludables y evitar los gastos médicos.

Hay que tener en cuenta que en esta última década ha aumentado considerablemente la precariedad laboral y los ingresos salariales no han aumentado dentro de un estado deflacionario que abarató muchos productos y servicios. Por ende, incluyendo los extranjeros, los aportes a la seguridad social como los ahorros tampoco han aumentado y no son pocos los que estuvieron como autónomos o dependientes. A pesar de las diversas medidas paliativas y reformas realizadas no será fácil para nadie planificar la etapa pos-retiro.

Notas:

1. Los nacimientos fuera de matrimonio de Japón es del 2.3% mientras que en América Latina y Europa rondan o superan el 50%. 
婚外子が増えれば日本の少子化問題は解決する?」(Newsweek, 13 de julio de 1917)

2. Este sistema de reintegro del aporte jubilatorio se aplica solo a los extranjeros que permite recuperar una parte de sus aportes. Debe ser tramitado desde el país de origen. Al años rondan las 60,000 solicitudes y una parte de eso es de los brasileños que han regresado. 

3. "Japón cuenta con una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo" (nippon.com, 2019.3.15)

4. Alberto Matsumoto, "Las pensiones en América Latina y los desafíos de los trabajadores latinos de Japón", (Discover Nikkei, 2016.11.23)
CNN Español, "Los países de América Latina con más edad para pensionarse," (CNN, 2019.10.11)
"Gozar de una pensión en América, ilusión de muchos y realidad de pocos," (Telemetro.com, 2018.7.4)

5. Japón tiene firmado este Convenio de Seguridad Social solo con 23 países de los cuales son con 20 están vigentes. Con Sudamérica es solo con Brasil.

 

© 2021 Alberto Matsumoto

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Sobre esta serie

El licenciado Alberto Matsumoto encara las distintas facetas del Nikkei en Japón. Desde la política migratoria sobre la inserción al mercado laboral del inmigrante hasta su inculturación a las costumbres y lenguaje japonés a través de la educación primaria y superior. Analiza la vivencia interna del Nikkei latino con su país de origen, su identidad y su convivencia cultural personal y social en un contexto cambiante de globalización.

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Acerca del Autor

Argentino, descendiente de segunda generación, radicado actualmente en Japón. Es licenciado en Relaciones Internacionales en la Universidad del Salvador, Buenos Aires. En 1990 obtiene la beca del Ministerio de Educación de Japón y realiza sus primeros estudios en la Universidad de Tsukuba. Luego, en 1997 obtiene la Maestría en Derecho Laboral y Económico en la Universidad Nacional de Yokohama. Director General de la Consultora Idea Network, especializada en traducciones jurídicas. Ha sido intérprete judicial en la Corte de Tokio y Yokohama por más de 20 años. Es profesor de Español en la Prefectural de Shizuoka y de Economia, Sociedad y Derecho de América Latina en la Facultad de Derecho de Dokkyo University. También imparte sobre Historia de la Inmigración Japonesa y Sistema Educativo de Japón, en la Kaigai Nikkeijin Kyokai para los becarios Nikkei de la JICA. Ha publicado varias obras como la Ley de Migraciones de Japón, Impuesto a la Renta , en castellano, y en japonés: Los 54 capítulos para conocer la Argentina (Akashi Shoten, 2005), Aprenda el español con solo escuchar el CD (Chukei Shuppan, 2007), etc. En 2017 obtuvo el Premio Gratitud a la Cooperación Internacional del Presidente de JICA -Agencia de Cooperación Internacional de Japón y en 2018 estuvo a cargo del análisis e informe del estudio de las comunidades nikkei de México, Cuba y Argentina, de la División América Latina de la Cancillería de Japón (Gaimusho). http://www.ideamatsu.com/

Última actualización abril de 2020

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