Vinicius “Vini” Taguchi personifica el alcance intercultural e interconectado de la comunidad nikkei de hoy. Su visión es tan amplia como su origen, mientras que su ocupación y vocación se enfocan en la justicia social.Él es issei y gosei (un inmigrante de primera generación más alineado culturalmente con los americanos japoneses de cuarta y quinta generación), esbrasileño y americano, es ingeniero civil y activista de la comunidad. Además, como los otros personajes de esta serie Inspirar para el futuro: Héroes nikkei menores de 30, él apenas está comenzando.
Origen familiar
Vini ha reunido historias, documentos y fotos familiares que rastrean su ascendencia japonesa en cuatro continentes. Su abuelo materno, Isao Taguchi, nació en 1938 en Hakodate, Hokkaido, donde sus padres Yoshio y Utako eran dueños de una tienda.
Vini escribió: “cuando mi abuelo tenía cerca de un año, se cayó de una ventana de la planta superior de la tienda y sobrevivió únicamente gracias a que cayó sobre un toldo de la puerta principal. Según parece, se publicó un artículo en un diario sobre el incidente y espero algún día recuperar una copia de los viejos archivos de microfichas”.
Pero esa caída no fue la única notable de la familia. El padre de Utako (de soltera Watanabe), con linaje directo de samurai, fue general durante la guerra Ruso-Japonesa. Él falleció más tarde al caerse del techo mientras quitaba la nieve. “Para un héroe de guerra, esto fue considerado una manera embarazosa de morir, por lo que su familia no hablaba de ello”.
“Yoshio había ido a Manchuria durante la Segunda Guerra Mundial por oportunidades de negocio”, Vini continuó.
“Según tengo entendido, él tenía la única (o una de las únicas) fábricas de cigarrillos en Manchuria. El plan era que el resto de la familia se mudara a Manchuria para que estuviera con él, pero él fue capturado por los soviéticos al final de la guerra y fue encarcelado en Siberia,a pesar de que era un civil. No regresó a casa hasta mucho después de que la guerra acabara, tiempo después mi madre nació en 1963. Poco tiempo después, murió de neumonía o de cáncer de pulmón”.
El abuelo de Vini, Isao, tenía recuerdos de infancia de la escasez de alimentos y el sueño de comer arroz blanco durante la época de guerra. Con un provenir igualmente sombrío después de terminar sus estudios en el Japón de la posguerra, Isaosubió a bordo del America-maru en 1956 y viajó a Argentina. Isao finalmente llegó a Porto Alegre en el sur de Brasil, donde se casó con Lenôra da Costa Pinheiro y nació la madre de Vini, Eliza Mizue Pinheiro Taguchi. La familia se mudó luego a São Paulo, donde Elisa conoció a Adalberto de Paula Ribeiro. Estos son entonces dos de los cuatro continentes sobre la familia de Vini. Faltan dos.
El padre de Vini era ingeniero eléctrico de la compañía multinacional sueco-suiza ABB.
“Si alguna vez has visto una caja de transformadores eléctricos de color verde frente a una casa, probablemente esta tenga ABB escrito en ella. Pasó el tiempo y a mi padre se le presentó la oportunidad de trasladarse a una de las instalaciones de fabricación de transformadores de ABB en Alemania. Mis padres se casaron y dejaron Brasil. Cinco años después, en 1994, yo nací, Vinicius de Paula Ribeiro”.
Vini prosiguió. “Alemania no posee ciudadanía por derecho de nacimiento, por lo que yo nací con ciudadanía brasileña. En realidad, nací casi sin nacionalidad, debido a las leyes temporales de Brasil que restringían la ciudadanía a los nacidos fuera del país, pero esas leyes fueron cambiadas justo a tiempo. Cuando yo tenía 2 años, se le presentó otra oportunidad a mi papá para que se trasladara a la sede estadounidense de ABB en Carolina del Norte. Mi hermano, Arthur, nació poco después del traslado. Él es el único ciudadano estadounidense en la familia”. Ya son dos continentes más de un total de cuatro (¡y seguimos contando!).
Escogiendo Taguchi, escogiendo la identidad nikkei
Aunque Vini nunca ha vivido en Brasil, creció rodeado de inmigrantes brasileños recientes. Pasó muchas vacaciones de verano con la familia en Brasil y se sintió estrechamente conectado con su herencia latinoamericana. “Cuando estaba en el décimo grado en el 2010, mis padres y yo fuimos finalmente elegibles para convertirnos en ciudadanos americanos. Como parte del proceso, mis padres tuvieron la oportunidad de cambiar sus nombres”.
Vini escribió: “El apellido “de Paula Ribeiro” ha sido una carga en los Estados Unidos porque tenía tres partes y siempre lo escribían mal. Y si a esto le sumamos el hecho de que la partida de nacimiento de mi hermano tenía registrado su nombre de manera incorrecta, ya tenías la receta perfecta para interminables dolores de cabeza burocráticos. Y no me hagan hablar de las pronunciaciones incorrectas. “Ribeiro” se pronuncia“hi-bei-ro” en portugués, al igual como el“Rio”de “Rio de Janeiro” se pronuncia en realidad “hi-o”.
Cuando la familia escogió el apellido de la madre de Vini, Taguchi, “no había otra persona más entusiasmada que mi abuelo, quien siempre había querido a mi padre como un hijo y no había tenido hijos propios que continuaran con el apellido Taguchi”.
Nuevas oportunidades
Siendo Vinicius de Paula Ribeiro, Vini era muy a menudo identificado erróneamente como hispano o mexicano. Pero con el apellido Taguchi, esto cambiaba a italiano (Taguchi, Gucci, ¿lo captan?) y esto al final lo condujo a oportunidades inesperadas.
“El cambio más importante fue que ahora, aunque muy de vez en cuando, alguien reconocía mi apellido como japonés. No creí que eso terminaría siendo importante, pero definitivamente siento que eso me ha abierto puertas en la comunidad americana japonesa en donde la gente no habría considerado en darme la bienvenida si no fuera por mi apellido”, explicó Vini.
“Uno de esos ejemplos ocurrió cuando yo estaba en la universidad. Mi familia había planeado visitar Japón para que finalmente yo pudiera conocer a mis parientes durante la secundaria, pero el terremoto y tsunami de Tōhoku del 2011 lo impidió”. Sin embargo, Vini ayudó a organizar un concierto benéfico de banda de garage para recaudar dinero, con el fin de ayudar a los damnificados en Japón. “Si mi memoria no falla, recaudamos más de $800 vendiendo tickets de $7 tickets, ¡así que no estaba mal!”
Vini tuvo su oportunidad de viajar a Japón mientras estudiaba en la Universidad Estatal de Carolina del Norte. En lugar de postular a un programa de estudios en el extranjero, su padre sugirió tres meses de homestay [estadía en un hogar anfitrión]en Japón mientras tomaba clases de idioma japonés allá. Vini se preparó para el viaje tomando clases de idioma japonés en el Centro Japón de Carolina del Norte de su universidad.
Vini se hospedó con familias en Fukuoka, Osaka, Tokyo y finalmente, Sapporo, donde conoció a sus parientes. El itinerario fue planeado para que el japonés de Vini fuera lo mejor posible para su familia que no hablaba inglés. “Mi tía abuela Chikako (la hermana menor de mi abuelo) apenas hablaba un poco de portugués de cuando había vivido por poco tiempo en Brasil”.
Tras aquella gratificante experiencia, Vini continuó tomando clases en la escuela nocturna de idioma japonés. “Un día después de clases”, escribió Vini, “mi profesor dijo que, como yo era en parte japonés, debería considerar la posibilidad de postular a este programa llamado Kakehashi, ofrecido por un grupo llamado Japanese American Citizens League (JACL) [Liga de Ciudadanos Japoneses Americanos]. Aunque nunca antes había escuchado nada de esto ni estaba realmente familiarizado con la identidad japonesa americana, aparte del único párrafo sobre el encarcelamiento en tiempos de guerra que aparecía en mi libro de historia, decidí postular.Lo que siguió después, resultó ser una de las únicas experiencias que más cambió mi vida”.
© 2022 Esther Newman
