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Mi amor y mi vida por los deportes

Robert y Alice Kikkawa con todos sus hijos y sus nietos en el 2018. (Foto cortesía de Alan Kubota)

Hasta cuando mi querida esposa Alice falleció de un momento a otro el año pasado, yo me consideraba el hombre más afortunado del mundo. Estuvimos felizmente casados por 65 años y tuvimos cuatro hijos, ahora adultos, y diez nietos. En perfecta simetría de géneros, tuvimos dos hijas y dos hijos, y ellos por su parte nos dieron cinco nietas y cinco nietos.

Hacíamos juntos casi todo -esto incluía ver muchos deportes. Al principio vimos a nuestras hijas jugar básquetbol y sóftbol en el Club Japanese American Optimist (JAO), tiro con arco, bádminton y básquetbol en la secundaria, y luego vóleibol y básquetbol en el Southern California Womens Athletic Union (SCWAU). También vimos a nuestros hijos jugar béisbol y básquetbol en el Community Youth Council (CYC), waterpolo en la secundaria, y luego béisbol y básquetbol en la Northern Arizona University (NAU). Vimos juntos a nuestros nietos jugar fútbol, béisbol, básquetbol, fútbol americano, tiro deportivo y bailar en competencias de danza. Los alentábamos cuando ganaban los campeonatos del estado de la California Interscholastic Federationy del NAU.

Robert Kikkawa entrenando a su hijo Don (#44 en la fila trasera) en el torneo Pasadena Bruins, en 1974.

A menudo íbamos a varios juegos en un día y viajamos a Hawái, San Diego y Las Vegas para ver los juegos. Incluso fuimos a Japón en cuatro ocasiones diferentes para ver a nuestros nietos jugar como parte del Yonsei Basketball. A través de los años, hemos visto a nuestra pandilla jugar miles de competencias y hemos disfrutado cada una de ellas con un infinito orgullo y devoción.

Robert y Alice Kikkawa en Japón durante uno de sus cuatro viajes con el Yonsei Básquetbol. Sus nietos jugaron con los números 10, 14, 20 y 22.

Se suele decir “de tal palo a tal astilla” y quizá eso sea cierto en mi caso. En 1949, tan solo tres años de finalizada la Segunda Guerra Mundial, me entrené en béisbol, básquetbol, fútbol americano y atletismo en la Secundaria Menor Washington de Pasadena. En aquel entonces, la Secundaria Menor era equivalente a lo que hoy son los grados primero a cuarto de secundaria.

Reimpresión del Rafu Shimpo del premio Niño del Año de Robert (Osami) Kikkawa.

A los diecisiete años de edad cuando me gradué del cuarto grado de secundaria, fui elegido como el Niño del Año de Pasadena. Este premio era entregado por el editor de deportes de nuestro periódico local, el Pasadena Star-News, a los cinco mejores atletas masculinos de la ciudad. Dos años más tarde en 1951, jugué como corredor medio para el Pasadena City College y fuimos premiados campeones Junior College Football National Champions (Campeones Nacionales de Fútbol Americano de la Preparatoria) . No jugué mucho ese año, pero lo que nunca pude prever fue que estaba fomentando un amor por los deportes y construyendo carácter para mis futuros hijos y nietos.

Luego de que Alice y yo nos casamos en 1953, continué jugando béisbol y sóftbol para NAU, los cuales eran mis deportes favoritos. Gané un campeonato de sóftbol de la NAU y también empecé a jugar bowling siendo más adulto. Tras colgar mis zapatos y guante de béisbol cuando cumplí los 42 años , continué jugando bowling por muchos años tras ello. Era una gran manera de mantenerme conectado con mis amigos , mientras mantenía vivo mi amor por las competencias y los deportes grupales. Cuando tenía 43 años de edad, estuve casi cerca de jugar un juego perfecto con 298 en el bowling y cuando tenía 71 años jugué una serie de 700 puntos (hice un promedio de 233 puntos por juego para tres juegos). Continué jugando bowling por un total de 60 años, finalmente me retiré en el 2010 a los 78 años de edad. A través de los deportes, cultivé amistades que duran toda una vida y aprendí muchas lecciones importantes. Yo creo que la manera en que prácticas un deporte es como se define tu carácter.

Este ha sido un año como ningún otro en nuestra vida. No solamente por la pandemia y todos sus devastadores efectos, sino porque mis dos equipos favoritos, los Lakers y los Dodgers, ambos fueron campeones con solo dos semanas de diferencia. Durante los pocos fugaces meses entre Agosto y Octubre cuando las temporadas del NBA y el MLB y los empates se sucedían, se sentía como si estuviéramos observando juego tras juego nuevamente, con esa familiar sensación de devoción y continuo orgullo. Si cierro mis ojos, todavía puedo sentir a mi esposa Alice sentada junto a mí, silenciosamente alentando a nuestros queridos jugadores y equipos.

Robert y Alice Kikkawa en el Obon del Templo Budista de Pasadena, Julio 2018. (Foto cortesía de Brent Lew)

Aún me considero un hombre muy afortunado, veo y siento que el espíritu de Alice permanece vivo a través de mis hijos y nietos toda vez que los veo. No solo son compasivos, cariñosos, generosos y afectuosos como ella, sino que también han aprendido algunas de las más importantes lecciones de la vida a través del amor a los deportes, el valor del trabajo en equipo, el significado de la amistad, la importancia de establecer metas, el desarrollo del carácter a través de la adversidad y el empuje para nunca rendirse.

Sin lugar a dudas soy un hombre muy afortunado.

 

© 2020 Robert “Lefty” Kikkawa and Ken Kikkawa

familias deportes
Sobre esta serie

¿Qué hace que los deportes nikkei sean más que solo un juego para ti? Probablemente, te gustaría escribir sobre tus héroes deportivos nikkei o el impacto de los atletas japoneses en tu identidad nikkei. ¿Tus padres se conocieron a través de una liga de básquetbol o de bolos nikkei? ¿Te intriga un capítulo importante de la historia de los deportes nikkei, como los equipos de béisbol issei y nisei de la época de preguerra?

Para la novena edición de Crónicas Nikkei, les pedimos historias relacionadas con los deportes nikkei desde junio hasta octubre de 2020, y la votación concluyó el 30 de noviembre de 2020. Hemos recibido 31 historias (7 en español, 19 en inglés, 6 en japonés y 1 en portugués) y algunas de ellas fueron enviadas en múltiples idiomas. Le pedimos a nuestro Comité Editorial elegir sus favoritas y a nuestros Nima-kai votar por sus historias favoritas. ¡¡Aquí están sus favoritas!! 

La Favorita del Comité Editorial

 La elegida por Nima-Kai:

<<Socio comunitario: Terasaki Budokan - Little Tokyo Service Center>>

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Acerca del Autor

Robert “Lefty” Kikkawa es un nisei de 88 años de edad oriundo de Gardenia, California y ha vivido en Pasadena, California, por casi 75 años. Él fue internado en Gila, Arizona y en Tule Lake, California, durante la Segunda Guerra Mundial. Prestó servicio en el ejército estadounidense por dos años y pasó su vida profesional en la industria automotriz. Por 65 años, él estuvo casado con su amada Alice, la mejor esposa, madre y abuela que un hombre pueda tener. Tienen cuatro hijos: Debbie (Kubota), Sharon (Lee), Don y Ken. Robert y Alice cofundaron en 1972 a los Pasadena Bruins.  

Última actualización en noviembre de 2020


Ken Kikkawa es el más joven de los cuatro hijos de Robert y Alice Kikkawa. Él reside en Altadena, California y ha estado casado con Karen (Takesako) Kikkawa por 29 años. Tienen un hijo de 21 años de edad, Kendall, quien asiste a la Universidad de Berkeley y una hija de 19 años, Kyla, que asiste a la Universidad Washington en San Luis.

Última actualización en noviembre de 2020

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