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Kariyushi Eisá Daiko—Grupo de eisa taiko preserva y divulga el legado cultural de Okinawa

El grupo Kariyushi Eisá Daiko nació en 2002 en la Asociación Okinawa de Campo Grande, en Mato Grosso del Sur (foto: divulgación/André Massao Ajiki)

Nisei por parte de padre y sansei por parte de madre, Tadashi Gabriel Nishihira Katsuren, de 31 años, es descendiente de la provincia de Okinawa y propietario de un restaurante de soba típico de la región. Toca el taiko desde la adolescencia, con un total de 16 años de experiencia. En 2008 ingresó como miembro al grupo Kariyushi Eisá Daiko de Campo Grande (MS) [Mato Grosso del Sur], del cual es el actual líder desde octubre-noviembre de 2023, habiendo ocupado anteriormente el cargo entre 2011 y 2013.

Historia

El inicio

En el año 2000, surgió el deseo de formar un grupo de eisa en la Asociación Okinawa de Campo Grande, “alimentada por grandes incentivadores” en aquella época, según Katsuren. Dos años después, una visita del grupo Ryukyu Koku Matsuri Daiko (RKMD), fundado en 1982 en Okinawa, con miles de miembros y filiales en Japón, Brasil, Argentina, Bolivia, Estados Unidos, México y Perú, impulsa el inicio de los ensayos, que mezclaban varias coreografías del Ryukyu con las del grupo Supá Eisá, con bailes de ritmo bien definido. Y así se creó oficialmente el grupo.

Otros jóvenes se unen a estos precursores y se crea el primer nombre, Kariyushi Taiko. Kariyushi expresa celebración, buen augurio y significa “armonía con la naturaleza”. La palabra proviene del término “karui ishii”, es decir, “piedra pómez”, conocida por no hundirse en el agua, que era utilizada por marineros como un dicho para pedir una navegación segura. Su significado ha ido cambiando con el tiempo y hoy en día se considera un amuleto de buena suerte.

Más tarde, en 2005, el grupo recibe una invitación para afiliarse al RKMD y se divide en dos. La dirección de la asociación de aquel momento no era partidaria de la afiliación ya que se perdería el vínculo con la entidad. Así, una parte de los integrantes sale del grupo “para formar el RKMD filial Campo Grande mientras que la otra permanece en la asociación y persiste, llevando adelante el Kariyushi Taiko”.

Los miembros de Kariyushi reciben al grupo okinawense de pop rock Begin para una actuación conjunta en 2011 (foto: archivo personal/Tadashi Katsuren)

 
Crecimiento y cambios

“Aprovechando una nueva ola de miembros y el entusiasmo generado por el centenario de la inmigración japonesa en 2008, Kariyushi Taiko cuenta ahora con casi 150 miembros activos. Sus coreografías se convierten entonces en una mezcla de copias de coreografías de grupos okinawenses o autorales o inspiradas en otros grupos”, cuenta Tadashi. En aquella época, el estilo del grupo se clasificaba como sousaku eisa, "más contemporáneo, creado con el nacimiento del RKMD en Japón, que bailaba al son de la música más reciente y pop y tenía como objetivo difundir la cultura okinawense”.

Con el correr del tiempo, Kariyushi avanza con la creación de nuevas generaciones de coordinadores, bailarines y líderes. Un acontecimiento importante es la visita, en 2014, de Kenji Maeshiro, antiguo miembro del grupo juvenil del barrio de Ageda (Ageda Seinenkai) a través de un programa de incentivo cultural ofrecido por el gobierno de Okinawa. Maeshiro es enviado como profesor de eisa a la asociación. “En esa ocasión realizamos una semana entera de ensayos de eisa. Aquella vez tocamos el estilo dentó eisa, más tradicional y folclórico de la isla de Okinawa, un poco más alejado de la música moderna y mucho más cercano a las raíces de esta cultura”, explica.

Cuatro años después, en 2018, se rescataron coreografías del profesor Maeshiro y la agrupación, que recibió su nombre actual de Kariyushi Eisá Daiko, se convirtió completamente al estilo dentó. El dentó eisa es el estilo que se toca en Okinawa durante el obon (el período de los difuntos que se extiende durante tres días). La actuación consta de movimientos rítmicos marcados con el ritmo de los tambores de los bailarines. Cada barrio tiene su propio seinenkai que se organiza en grupos de eisa y baila por las calles celebrando la cultura de sus antepasados. Entre julio y septiembre, los grupos de jóvenes ensayan para presentarse en diversos festivales que se realizan por toda la región.

Por dos años consecutivos, en 2018 y 2019, Kariyushi Taiko viaja a San Pablo (SP) para participar del Okinawa Festival (realizado por la Asociación Okinawa de Vila Carrão desde 2004), viviendo otro momento de gran emoción entre sus integrantes. Es durante este mismo período de tiempo que se desarrolla la carga cultural del grupo a través de lecciones y explicaciones sobre el origen de las tradiciones ofrecidas por el liderazgo de entonces.

Por dos años consecutivos, el grupo participa en el Okinawa Festival, en San Pablo (foto: archivo/Kariyushi Eisá Daiko)


La pandemia y un nuevo comienzo

Llegan los años de la pandemia de COVID-19 y el grupo entra en una fase de estancamiento debido al aislamiento social. Se produce así una reducción del número de miembros y de actividades durante los años siguientes. “Hasta que, a fines de 2023, vuelvo una vez más al liderazgo. Comenzamos una reestructuración del modelo de ensayos y de la forma en que nuestros integrantes deciden qué instrumento tocar. También realizamos proyectos de convocatorias y clases experimentales para reconstruir la agrupación, que en ese momento contaba con un promedio de cinco miembros activos”, relata.

Actualmente los 25 miembros activos siguen tocando el estilo dentó. Y es que, según una investigación realizada por Tadashi, Kariyushi es el único grupo en Latinoamérica que opta por este subgénero de eisa, además de ser uno de los pocos en toda América que toca dicho estilo con tal frecuencia y enfoque.

Entre los valores de Kariyushi Eisá Daiko se encuentran aquellos dirigidos a la “preservación de la cultura okinawense; a la celebración de la historia de los antepasados ​​a través de la danza y la creación de un ambiente amigable y sociable donde los descendientes y simpatizantes de Okinawa no sólo puedan intercambiar experiencias, sino también mantener y transmitir la cultura a las generaciones futuras”.

Identidad

“Mi familia y yo siempre hemos tenido muchas costumbres de Okinawa intrínsecas a nuestras vidas, en la comida, en la religión, en los hábitos. Mi padre y mis abuelos sólo hablan en uchinaguchi [dialecto de Okinawa]. Pero todo esto es sólo una parte de la Okinawa que conocí”, revela.

El nisei-sansei pasó de la adolescencia a la edad adulta como miembro del grupo de eisa. “Kariyushi moldeó mucho lo que soy hoy. Los recuerdos de una de las mejores épocas de mi vida, las amistades que perduran hasta el día de hoy, la emoción de conocer innumerables generaciones de nuevos instrumentistas y, por supuesto, el sentimiento de tocar el eisa, preservando parte de la cultura de mis antepasados”.

“La agrupación, sus costumbres, la gente y la conexión con el resto del kaikan [asociación cultural regional] me hicieron entender otra parte de Okinawa que desconocía: el eisa, el buyo [danza], el minyo [canciones folclóricas tradicionales japonesas], el sanshin [instrumento musical de cuerdas típico okinawense]”, continúa. “En general, participar en el Kariyushi fue lo que me hizo comprender realmente lo que significa ser descendiente de Okinawa”, concluye.

Legado cultural

Considerando que el Kariyushi fue el primer grupo de eisa del estado de Mato Grosso del Sur y la cantidad significativa de descendientes de Okinawa en Campo Grande y la región, “el peso del grupo dentro del panorama cultural de la comunidad okinawense es inconmensurable”. Kariyushi también cuenta con el importante título de ser uno de los únicos grupos, si no el único, en toda América Latina en tocar el estilo dentó eisa. “Y esto, en sí mismo, es de gran relevancia para preservar la cultura perpetuada por el legado del grupo”.

 Tadashi recuerda que, tras la actuación en el Okinawa Festival 2019, una anciana insistió en dar un testimonio. “Dijo algo así como: ‘Vine de Okinawa y me gustan mucho los grupos de Brasil: Requios, Matsuri Daiko... Pero el taiko que ustedes tocan es igual al que tocaba en el lugar donde nací’. Y luego nos agradeció por preservar esta cultura y revivir su memoria”. Ante esto, seguramente, hay muchas otras personas que están y estarán conmovidas por el ritmo del eisa.

 

© 2024 Tatiana Maebuchi

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Acerca del Autor

Nacida en la ciudad de San Pablo, es brasileña descendiente de japoneses de tercera generación por parte de madre y de cuarta generación por parte de padre. Es periodista graduada de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo y bloguera de viajes. Trabajó en la redacción de revistas, sitios y asesoría de imprenta. Formó parte del equipo de Comunicación de la Sociedad Brasileña de Cultura Japonesa y Asistencia Social (Bunkyo), contribuyendo a la divulgación de la cultura japonesa.

Última actualización en julio de 2015

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