Bunka Matsuri – Festival de la Cultura Japonesa del Bunkyo
“Al año siguiente, me invitaron a integrar el equipo de comunicación del Bunka Matsuri y promocionar la película Pokémon: Detective Pikachu. Para mí fue un gran desafío, porque hasta ese entonces no había formado parte de ninguna comisión que tuviera un impacto tan grande en la comunidad”, reconoce.
El Bunka Matsuri siempre tuvo un formato tradicional; sin embargo, a partir de 2018, comenzó a cambiar y a traer más de la cultura pop. Para la joven sansei, lo que existía era el miedo a atreverse. “Con el paso del tiempo, mantener lo que se hacía hace 10 años tenía que ser para ciertos eventos. Por ejemplo, el Gueinosai [Festival de Música y Danza Folclórica Japonesa] es un evento tradicional por tratarse de danzas típicas. Pero los demás necesitan adaptarse a nuestra realidad: el público automáticamente va buscando cosas nuevas. Si no tienes nada nuevo que ofrecer, te quedas estancado en el tiempo”, comenta Graziela, quien también es vicepresidente de la Comisión de Danzas Folclóricas Internacionales.
Incluso en 2019, “recibí la invitación para formar parte de la dirección del Seinen”, en el área de Comunicación y Marketing. “Fue entonces cuando comencé a dedicarme a la coordinación de eventos como la REVI (Revitalización) – Foro Nacional de los Jóvenes Líderes de las Entidades”, cuenta.
REVI
Antes un encuentro de jóvenes, desde 2001, la REVI se convirtió en un foro de liderazgo joven y hoy es el principal evento de la Comisión de Jóvenes. Reúne a más de 20 seinens de Brasil y, junto con la Comisión Organizadora, la cantidad de personas supera las 100.
Tradicionalmente, se realizaba en el Parque Bunkyo Kokushikan (antiguo Centro Deportivo Kokushikan Daigaku), en São Roque (SP). Sin embargo, en 2019, el espacio estaba en proceso de reformas debido a la construcción del Pabellón Kazuo Harazawa. Ese año, por lo tanto, la REVI tuvo lugar en el Nippon Country Club, en Arujá (SP). Suspendidas debido a la pandemia de coronavirus, las reformas deben reanudarse este año.
“Era la primera vez que entraba como autoridad en un evento. Temblaba, no tenía idea de lo que tenía que hacer. Pero –siempre lo digo– es una de las experiencias que te brinda participar en un grupo de jóvenes como éste y, en este caso, fue estar con esas figuras importantes de la comunidad.”
La apertura contó con la presencia de Lidiane Yoshie Aoki, presidente de la CJB en 2018; Letícia Yukimi Nakama, miembro de la CJB; y Graziela, quienes en conjunto fueron las coordinadoras del evento; el presidente de la CJB, Guilherme Seigo Matsumoto; el presidente del Nippon Country Club, Valter Sassaki; el entonces Cónsul General de Japón en San Pablo, Yasushi Noguchi, el ex vicepresidente del Bunkyo y presidente de la Fundación Kunito Miyasaka, Roberto Nishio; Rodolfo Wada, hoy presidente del Comité Joven.
Ese año, el tema elegido fue “¿A qué lugar perteneces?”. “Cuando entras a un grupo y no te sientes en tu lugar, no tienes el mismo desempeño”, explica. “Trabajar esta cuestión de la pertenencia fue lo que las chicas y yo encontramos como objetivo de esa REVI, hablar de tu lugar en el grupo, donde te sientes acogido y que la gente te acepte como eres”.
“La mascota fue el onigiri: varios granos sueltos son una cosa, pero cuando los unes, forman un alimento, una base. Cuando comenzó, era un solo onigiri (una persona o un grupo) mirando desde la cima de la montaña. Cuando terminó, había varios onigiris porque, al final, toda la gente allí se unía en uno solo. Hicimos toda esa campaña creativa para que justamente tuviera un principio, medio y un final”. Tal fue el éxito que, cuando se trata de la REVI, la referencia es el onigiri. “Son maneras de que creemos un recuerdo del evento para la gente”, añade.
Esa fue la última edición presencial. “A partir de 2020, tuvimos que adaptarnos y hacerla en formato online”. Habiendo superado el obstáculo de pensar en temas que llamaran la atención de los participantes, Graziela celebra el éxito de la REVIrtual.
La segunda REVIrtual, realizada por la CJB en conjunto con Boost, Liga Seinen (movimiento independiente dirigido a las entidades nipo-brasileñas), Associação Japonesa de Santos, seinenkai de la Associação Nipo-Brasileira de Goiás (ANBG) y seinenkai de Goiânia (que hoy tienen gente activa más joven), promovió una charla sobre “La Importancia de los Jóvenes en la Continuidad de las Entidades”, con la participación del Bunkyo y Wakai (seinen de Rio Grande do Sul).
La expectativa es que el debate “sirva de inspiración para que otros grupos también permitan que se produzca ese intercambio de experiencias”. “Los caminos quedaron un poco más distantes físicamente, pero virtualmente logramos llegar al Nordeste, al Norte, al Centro Oeste y aprovechamos ese momento para construir relaciones por otros medios”, reflexiona la joven líder.
“Por el escenario, por las dificultades tuvimos un gran aprendizaje. Es por eso que, si en un año como ese hicimos tanto, ¿imagínense si no tuviéramos la pandemia?”, concluye.
Sakura Matsuri – Festival de los cerezos
Otro desafío fue el Sakura Matsuri, en 2021, realizado en el Parque Bunkyo Kokushikan. Se pensó como un evento en la pandemia, que no podía generar aglomeración de personas. ¿El resultado? Visitas por drive-thru con cita previa: una parada para tomar fotos en el bosque, otra cerca del gimnasio, y quien hubiera reservado el obentō lo retiraba para comer dentro del auto. Esa fue otra de las ideas que la dirección de Bunkyo aceptó de la gente más joven.
A pesar del poco tiempo disponible, los visitantes disfrutaron de poder salir un rato de la casa y estar en medio de la naturaleza. “Estar en un espacio totalmente abierto les da más seguridad”, comenta. Es por eso que los eventos presenciales más recientes fueron allí.
Celso Mizumoto, presidente de la Comisión de Administración del Parque Bunkyo Kokushikan, es uno de los grandes pilares de los jóvenes ya que regularmente participa en las reuniones y acompaña el trabajo que se desarrolla. En ese contexto, Graziela destaca un punto en el que el Bunkyo viene comprometiéndose en los últimos años: “Ahora la CJB no sólo colabora con la operación y la organización del evento, sino también con la planificación y la estrategia. Todos los esfuerzos han valido la pena por la confianza que nos hemos ganado”.
Después de tanta dedicación, Graziela, quien, en 2020 fue designada vicepresidente del Seinen Bunkyo, da un gran paso dentro de la comunidad. “Voy a asumir la presidencia del grupo de jóvenes este año. Estoy haciendo el traspaso del bastón de mando para poder asumir en febrero-marzo”, revela.
Aporte de los jóvenes
Actualmente, el Bunkyo tiene una amplia actuación de los jóvenes dado que han ayudado en todo lo que se ha transformado en digital durante la pandemia, cuando las actividades dejaron de ser presenciales. El Bunka Matsuri en Casa fue el primer live matsuri, “uno de los eventos de los que más aprendimos para poder hacerlo realidad porque no había referencia de nadie que lo hubiera hecho antes”, afirma.
Al darse cuenta de que lo digital no es tan complejo como parecía, la dirección de la entidad dedicada a la cultura japonesa decidió, entonces, invertir más en esa parte. La paciencia fue la base del proceso de adaptación de la generación al frente y de esa unión entre la experiencia de los mayores y el conocimiento de los más jóvenes.
Una participación destacada de la CJB fue en el Movimiento Água no Feijão, proyecto concebido por Telma Shiraishi, chef del restaurante Aizomê. La pandemia agravó el problema del hambre y la profesional del rubro alimenticio tomó la iniciativa de convocar a voluntarios de las asociaciones JCI Brasil-Japón, Asebex (Asociación Brasileña de Ex Becarios en Japón), Abeuni (Aliança Beneficente Universitária de São Paulo [Alianza Benéfica Universitaria de San Pablo]), Abjica (Asociación de Becarios JICA – Agencia de Cooperación Internacional de Japón), Alianza Cultural Brasil-Japón, Comisión de Jóvenes del Bunkyo y KIF Brasil (Koyamada International Foundation, fundada por el actor Shin Koyamada, de El último samurái). En cuanto a proyectos sociales, fue uno de los que más unió a grupos de la comunidad.
El trabajo consistía en recolectar alimentos en los mercados asociados y enviarlos a la escuela donde se estaban preparando las viandas (fueron 63.000 en 2020), las cuales fueron entregadas a la cancha de la escuela de samba Sociedade Imperador do Ipiranga, ubicada en la Zona Sur de San Pablo (SP). “Pude participar de uno de los últimos días del proyecto, en el que también se donaron canastas básicas e hicimos una visita a la comunidad de Heliópolis [la favela más grande de la ciudad]”. En opinión de Graziela, fue una experiencia enriquecedora, tanto por el alcance del proyecto como por la unión de esas personas para poder ayudar a los demás, a pesar de que se trataba de una situación delicada para todos.
Ser nikkei
Graziela se considera una sansei, aunque podría ser confundida con una nissei debido a su constante presencia en la comunidad japonesa, y se identifica como nikkei. Define nikkei como “aquella persona que brinda un aporte a la comunidad, a la cultura, en la forma que puede, ayudando en eventos o en divulgación, o participando también en algún grupo, ya sea descendiente o no. “Como hacemos el bien, no debería existir distinción entre quién es descendiente y quién no, porque todos ayudan”.
Visión de futuro
En la búsqueda del equilibrio, es necesario mantener las costumbres tradicionales, “porque forma parte de la historia”, según la nikkei de tercera generación. “Conocer los orígenes, de dónde vino todo lo que existe hoy, como era en épocas anteriores, es importante para adaptarse al presente”.
“Todo este trabajo y todas estas actividades que estamos haciendo y desarrollando hoy son también para el futuro. Siento, en efecto, que entre las generaciones – los mayores; los adultos, digamos; y los más jóvenes – había habido una ruptura y la gente no estaba tan interesada en participar en algo. Por lo tanto, vemos una generación mayor y una más joven”, dice. “Si no hacemos algo ahora, no habrá nadie para dar continuidad. En otras palabras, se perderán una cultura y una historia”.
Y es exactamente ese el papel que juega el Seinen. “Deseo que el grupo pueda aportar cada vez más, ayudando a los mayores, no sólo dentro del Bunkyo, sino de la sociedad en general”.
Las experiencias construyen un bagaje de aprendizaje. “Parar ahora es un desperdicio. La tendencia, entonces, es dar continuidad de otras formas. Yo misma, por ejemplo, tengo un fuerte deseo de acercarme a los kaikans de Okinawa y de Hokkaido, de quienes tengo descendencia en la familia. Estoy segura que este bagaje que traigo va a ser muy importante para ayudarlos de alguna manera”. “Tenemos que continuar ayudando para poder tener qué contar de aquí en más y preparar a las próximas generaciones para asumir lo que estamos haciendo hoy”, concluye.
© 2022 Tatiana Maebuchi